“Veo tu libro en mis manos” 2010

“El número de páginas de este libro es exactamente infinito. Ninguna es la primera; ninguna, la última”.
Jorge Luís Borges

La instalación propuesta para la sala de proyectos especiales del MAMM, se compone de un libro activo, expansible a lo aleatorio con la que hoy las tecnologías reproducen las imágenes. La instalación aquí propuesta se pregunta por el espectador y su postura contemplativa para abrir un espacio en donde su participación es indispensable para la obra. Con las relaciones entre la libreta de dibujo, el espacio donde se realiza la instalación y el espectador que habita la obra, se procura encontrar nuevas relaciones entre el cuerpo y la obra de arte, donde el ambiente digital, con un gesto corporal, se puede convertir en una imagen o en una sucesión de animaciones.

En esta instalación videográfica se puede recorrer la obra de Ethel desde una operación intuitiva–interpretativa, sin palabras, sin conceptos, porque está instalada en la iconicidad que refleja nuestra cotidianidad y nuestra presencia. Esta operación sólo sucede cuando es necesario enfrentar estrategias para comprender, sin una especificidad lógica, la manera como Ethel nos invita a compartir sus afectos e imaginarios que quedan inscritos en sus recuerdos y en la memoria de sus fotografías. Sus imágenes se convierten en la posibilidad para interpretar, inventar otros relatos posibles que surgen a partir de nuestra participación como público activo.

En la exposición transitamos por sus recuerdos, sus afectos, sus historias. En cada ficción se propuso una idea para desdoblar, en el espacio de la sala de proyectos especiales, la narración de sus recuerdos, de las formas que comenzaron a recuperar en la imagen digital la presencia de sus momentos, de sus ecos, de sus cuadros y sus relatos. La imagen no podría ser lineal, una historia se superpone a otra, en todo momento la simultaneidad y la aleatoriedad se presenta en este lugar para mostrarnos la manera como Ethel inscribe momentos de interacción con el espacio arquitectónico que desbordan la frontera del lienzo para entablar relaciones de juego con el espectador, estrategias que siempre fueron evidentes en la obra de esta artista.

La noción de espacio que contiene la pintura de Ethel transita continuamente lo verosímil y lo fantasioso, la historia nacional y el relato particular, la anécdota y su levedad formal; en todos ellos su pintura hace posible construir puentes para alcanzar en la imagen digital la calidez de su mirada.

 

Intervención digital y electrónica, Flores para Ethel Gilmour, Homenaje. 2010. Sala de proyectos especiales del Museo de Arte Moderno de Medellín. 

Investigación y curaduría: Grupo de Estudios Culturales de la Universidad EAFIT con el apoyo de la Línea de Investigación en Musicología Histórica de la misma universidad.