“Algunas reflexiones sobre el uso de las TIC” 2009
Proyecto en colaboración con Mg. Juan Pablo londoño
Universidad Pontificia Bolivariana
Maja desnuda 1790-1800, Óleo sobre lienzo 97 x 190 cm. Francisco de Goya
Maja vestida 1802-1805, Óleo sobre lienzo 95 x 188 cm. Francisco de Goya.
Christ Giving his Blessing de Hans Memling. 1478. Óleo sobre madera, 38.1 x 28.2 cm
Esta intervención digital, plantea una reconfiguración radical de los moldes estéticos tradicionales, cuestionando tanto su significado histórico como su relevancia contemporánea. A través de la interacción digital con las Majas de Goya, la obra genera un diálogo crítico entre la tradición pictórica y las posibilidades de la estética en la era de la tecnología. La intervención no solo reinterpreta las Majas, sino que también las posiciona como sujetos activos que rompen con la pasividad convencional de la pintura, al responder y transformarse según la presencia y el movimiento del espectador.
Desde la perspectiva de Walter Benjamin, esta propuesta puede conectarse con su reflexión sobre la pérdida del aura. Benjamin sugiere que, al reproducir mecánicamente una obra, se despoja de su unicidad y de su enraizamiento en un tiempo y espacio determinados. Sin embargo, esta intervención digital no solo se apoya en la reproducción técnica, sino que la expande hacia una interacción que Benjamin no pudo prever: una obra que responde, muta y desafía las expectativas estéticas del espectador. Podría decirse que, lejos de perder su aura, esta intervención construye una nueva aura interactiva, una que no reside en la obra en sí, sino en su capacidad de responder al acto de la contemplación y al movimiento humano.
El título «La posibilidad de la imposibilidad estética» refleja el esfuerzo de la obra por mostrar cómo las categorías estéticas clásicas —como la permanencia, el ideal de belleza y la contemplación pasiva— se derriten, literalmente, en este contexto. Este desdibujarse, transformarse y recomponerse de las Majas apunta a una revisión de lo que Benjamin llamaría la dialéctica de la obra de arte, donde el choque entre lo tradicional y lo nuevo produce significados inesperados. En su ensayo «La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica», Benjamin argumenta que la técnica no solo altera la forma en que percibimos el arte, sino que también transforma las categorías mismas que definen lo que entendemos por arte. Esta intervención, al reinterpretar un ícono clásico de la pintura desde la interacción digital, parece llevar esta idea aún más lejos, mostrando cómo la estética puede reformularse en un contexto tecnológicamente mediado.
La obra también sugiere una pregunta clave: ¿qué significa la imposibilidad en la estética? La imposibilidad aquí no es un límite, sino un campo de posibilidades. Lo «imposible» en términos estéticos se convierte en un motor de transformación, un espacio donde las categorías fijas de representación y significación se desestabilizan. Las Majas que se desdibujan, se transforman y se reinventan con la presencia del espectador actúan como un símbolo de esta imposibilidad activa, que no busca ser resuelta, sino experimentada.
En términos más amplios, este proyecto se inserta en una línea de pensamiento que Benjamin exploró al analizar cómo los nuevos medios pueden redefinir las relaciones sociales y políticas en torno al arte. Como él mismo señala: «La técnica reproduce no solo lo que está ante la cámara, sino lo que yace por detrás de ella» (Benjamin, 1936). Este pensamiento puede ser recontextualizado para la intervención: la técnica digital no solo transforma lo que vemos en las proyecciones de las Majas, sino también nuestras propias expectativas sobre lo que una obra puede ser o hacer.
La interacción que devuelve las Majas a su estado inicial cuando la sala queda vacía, podría interpretarse como un eco de la idea benjaminiana de lo transitorio y lo efímero en el arte. Al regresar a su forma «original», las obras parecen reclamar un momento de reposo, solo para volver a activarse y transformarse con la llegada del espectador, señalando la perpetua tensión entre la estabilidad y el cambio en el ámbito estético contemporáneo.
El arte siempre ha sido un espejo de las inquietudes humanas, una forma de explorar la identidad, los límites y las posibilidades del tiempo. Si pensamos en La maja vestida y La maja desnuda de Francisco de Goya, estas no solo encarnan el virtuosismo pictórico del siglo XIX, sino que plantean una relación ambigua entre la representación y la mirada del espectador. Ambas obras, en su coexistencia, son un juego de tensiones entre lo que se revela y lo que se oculta, un «umbral» visual que obliga al espectador a interrogarse sobre los límites de lo que se considera arte y deseo, público y privado, visible e invisible.
En este sentido, la interacción propuesta de Cristo con una obra digital o tecnológicamente mediada funciona como un reflejo contemporáneo de esa dinámica. ¿Qué ocurre cuando un ícono histórico, cargado de significados culturales, religiosos y artísticos, se sumerge en un espacio interactivo donde su «presencia» ya no es fija, sino fluida, dependiente de la acción del espectador? Así como Goya desafió las expectativas de su tiempo al contrastar lo velado y lo revelado, esta interacción digital con Cristo desafía las nociones contemporáneas de sacralidad y arte en un mundo mediado por máquinas.
Esta interacción, mediada por tecnología, no solo abre un espacio de contemplación sino también de participación. Así como Las majas invitan a cuestionar la mirada del espectador, la propuesta de interacción con Cristo explora un cambio en el régimen escópico: no se trata solo de mirar, sino de ser parte del acto de creación e interpretación. La colaboración entre humano, máquina y arte genera un nuevo horizonte de significado, uno en el que los íconos históricos adquieren dimensiones inesperadas.
Se invita al espectador a pensar en cómo el arte, tanto clásico como contemporáneo, no solo dialoga con las épocas en que fue creado, sino que se transforma y adquiere nuevos sentidos en contextos tecnológicos. ¿Cómo cambia nuestra relación con figuras icónicas como Cristo o las majas de Goya cuando interactuamos con ellas en espacios digitales? ¿Qué nuevos sentidos emergen al romper los límites entre lo humano y lo no humano, lo material y lo digital?